El Centro de Málaga está experimentando un notable auge de viviendas turísticas en los últimos años, impulsado principalmente por el crecimiento del turismo en la ciudad y su atractivo histórico-cultural. La llegada masiva de visitantes, tanto nacionales como internacionales, ha generado una alta demanda de alojamiento temporal, lo que ha incentivado a propietarios e inversores a transformar sus viviendas en apartamentos turísticos.
Este fenómeno ha sido favorecido por plataformas como Airbnb, que permiten a los propietarios alquilar sus propiedades a corto plazo. El atractivo del Centro Histórico, con sus calles estrechas, plazas emblemáticas, monumentos como la Catedral de Málaga y el Teatro Romano, junto con la oferta cultural, ha convertido a esta área en un epicentro del turismo urbano.
Desde el punto de vista inmobiliario, el auge de las viviendas turísticas ha provocado un aumento significativo en el valor de las propiedades. Muchos edificios antiguos han sido rehabilitados para adaptarse a esta nueva demanda, mejorando la oferta de alojamiento de lujo y boutique en la zona. Sin embargo, este crecimiento también ha generado preocupación entre los residentes locales, debido al aumento en los precios del alquiler y la gentrificación.
En resumen, el boom de viviendas turísticas ha transformado el paisaje inmobiliario del centro de Málaga, consolidándolo como un destino turístico clave.